domingo, 22 de julio de 2012

VECINAS

Al otro lado de la calle, frente a mi balcón, unos pisos mas abajo, hay una terraza que en verano se anima con las risas y juegos de Nerea y su yaya Puri. Es encantador verlas jugar, hablar y discutir. Es encantador oir a Nerea llamar "cariño" a su yaya, tal y como su yaya la llama a ella. Nerea tiene una suerte increíble, su yaya es fantástica. Juega con ella y le enseña. Cuando digo que juega con ella no me refiero a lo que habitualmente hacen los adultos con los niños. Yaya Puri se convierte en una niña mas, como su nieta y se transforma en lo que Nerea quiere: un hijito, un príncipe o una princesa, una señora, una reina malvada... Es fantástico oír a estas dos jugando. Me hacen echar de menos a mi yaya. Qué haríamos sin yayas?

1 comentario:

  1. ¡Qué triste sería el mundo sin yayas! Sería tan triste como si no hubiera Nereas... Una entrada muy entrañable, deberías hacer más de estas.

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