sábado, 9 de agosto de 2025

Trabajar para vivir o vivir para trabajar?

 ¿Trabajo para vivir o vivo para trabajar?

Hace años tuve un empleo que, en su momento, me dio la novedad que estaba buscando: poder aplicar los conocimientos que había adquirido en mis estudios a un entorno real. Entré con ilusión, sintiendo la curiosidad de ver cómo se trabajaba de verdad en un laboratorio.

Pero esa chispa se apagó pronto. Era un puesto de Control de Calidad donde, más allá de la importancia de hacer las cosas bien, lo que realmente contaba era el volumen de trabajo que sacabas adelante. Mucho trabajo, muy rápido, y con muy buena calidad. Lo siento, pero para mí eso era inhumano.

Yo no quería vivir dedicada a un empleo ni consagrar mi vida a una empresa. Siempre he creído que trabajo para vivir, no que viva para trabajar. Pero esa filosofía parecía no encajar con lo que mis superiores esperaban, porque ellos veían su trabajo casi como una devoción religiosa.

Y ahí me di cuenta de que no todos buscamos lo mismo en nuestra vida laboral. Algunos quieren que su empleo sea su motor vital; otros, como yo, necesitamos que sea un medio para vivir, no el fin.

¿Tú qué opinas?
¿Eres de los que vive para trabajar o de los que trabaja para vivir?

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