viernes, 13 de enero de 2012

DIARIO DE VIAJE DE AGASHA CHIE

REGRESO AL HOGAR

He visto el temor y la determinación en los ojos de una mujer enamorada esforzándose por salvar la vida de su amado con la confianza puesta en sus habilidades para conseguir metas que se nos exigían en la competición.

He visto el dolor y la rabia en el rostro de una mujer sin esperanza que veía como sus compañeros morían porque creían en ella.

Cómo se puede decir que aquellos ronin de la Banda del Lobo Blanco no tenían honor, no eran samurais, cuando eran capaces de tamaño sacrificio? Cómo podemos condenar a una mujer valiente que se atrevió a señalar una injusticia que todos sospechábamos pero nadie se atrevió a denunciar? Cómo podemos dejar a esa mujer condenada a sufrir humillación por el desgraciado hecho de haber nacido en la cuna equivocada?

He visto la avaricia, el desprecio, el odio, la soberbia y la insensibilidad.

Yo, que vivía en un mundo perfecto, tanto que lo consideraba aburrido, he compartido el dolor, la desesperación, el desencanto, la vergüenza y el temor. Pero también he visto el amor, la amistad, la grandeza, la sabiduría, la generosidad, el valor y el honor.

Hay un mundo fuera de las paredes de la biblioteca que habito. El mundo no es perfecto, la gente no es perfecta (a excepción del Emperador) pero todos debemos esforzarnos por mejorar en esta vida o en la siguiente. Que la muerte no es un obstáculo para un alma decidida, que no hay experiencia por pequeña que sea que no aporte sabiduría, que no hay ser, por humilde que sea que no nos regale una enseñanza.

Instinto, Fuerza, Honor, Amor, Eternidad. No importa el orden, estas visrtudes deben ser los pilares de nuestra existencia y la guía de nuestra senda.

He visto morir a hombres en combate, en duelo, ejecutados... La muerte no es un obstáculo, pero es triste, sobre todo cuando sobreviene con violencia.

Por qué no puede mi espíritu aceptarla con calma y dignidad? Por qué mi corazón se angustia y lloran mis ojos por la muerte de personas que a penas conocí? Acaso es el lamento y la pena por no haberlos conocido mejor? Y que hay de todos aquellos que morirán sin que haya conocido, sin que siquiera sepa de su muerte o nacimiento? Debo endurecer mi corazón? Debemos perder la inocencia? De repente me siento vieja. Vuelvo a casa, al servicio de mi señor. Me considerará indigna de su casa por haber hecho un papel tan pobre en el Campeonato? Estoy preparada para rendir mi vida si me lo pide? Tengo miedo de volver a casa, tengo miedo de presentarme ante mi señor y ver en sus ojos la pena y la decepción. El temor hace mis pasos lentos y pesados. Espero al menos no avergonzar a mi familia y a mi señor y cumplir con lo que sea que me esté destinado.

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